Ya seas deportista aficionado o de un nivel más avanzado, seguro que deseas cumplir con tus objetivos y alargar al máximo tu etapa deportiva, practicando durante mucho tiempo deporte y haciéndolo de la mejor manera posible, por lo que existen dos momentos temidos; no llegar a tus objetivos en una competición, sin cumplir así tus expectativas y sobre todo, otro más temido aún, lesionarte.
Como deportistas siempre estamos expuestos a alguna de las dos situaciones anteriores, la primera seguramente podamos percibirla el día de antes de la competición, con variables como si hemos conseguido los entrenamientos fijados, sí hemos destinado el tiempo que debíamos a prepararnos, o si tenemos un grado de motivación suficiente para lograrlo, aun así, ese punto lo analizaremos más en profundidad en otro artículo. En este post nos centraremos en la lesión, ya que en ese momento se produce uno de los puntos de bloqueo más importantes y que genera mayor incertidumbre para el deportista, donde habrá una primera fase de no-aceptación, viéndolo todo negro y dándolo todo por perdido, después una vez tengamos identificada la lesión y estemos en manos médicas, estableceremos un Plan de Rehabilitación, para retomar nuestra actividad deportiva en cuanto sea segura, que dependiendo del tipo de lesión, ese período de rehabilitación puede ir desde unas pocas semanas hasta algunos meses o toda la temporada, por eso es necesario tener claves para afrontar mentalmente una lesión. A continuación, te doy unas cuantas que creo, te pueden servir:
- Quítate presión eliminando los objetivos inmediatos: Si tenías una carrera o una competición en las siguientes semanas, quítala de tu mente, quitarte esa mochila va a hacer que te quites mucha presión de encima y que no te obsesiones sobre si puedes llegar a tiempo o no a esa cita, sobre todo, dejarás de percibir que está pasando el tiempo y no estás entrenando. Pon la cita en blanco en tu calendario hasta que comiences a salir de la lesión y el especialista te haya dado una fecha de vuelta a los entrenos. Un periodo que puede ir de dos semanas a algunos meses no va a afectar a tu carrera deportiva, relativiza.
- Enfócate a la recuperación de la lesión: Sí, esta es la segunda recomendación, porque si primero no quitas el foco de las competiciones y de los objetivos inminentes y te concedes ese espacio en el calendario no podrás realmente enfocarte en recuperarte de tu lesión. Busca buenos profesionales y ponte en sus manos.
- No te obsesiones: Todas las personas tenemos diferentes tiempos de recuperación y quizás ves que lo que a priori suponía un tiempo breve, finalmente se está alargando más de la cuenta. Obsesionarse puede derivar en un proceso de ansiedad y estrés, que aún harán que el tiempo de recuperación sea superior. Hablar con tu coach o con tu entrenador puede ayudarte.
- Aprovecha el tiempo: Si eres corredor y estás lesionado seguramente que no puedas correr, si eres futbolista y estás lesionado seguramente que lo primero que te prohíban sea jugar al fútbol y así con tantos otros deportes. Aprovecha ese tiempo e intenta disfrutar al máximo haciendo esas cosas que antes no hacías por falta del mismo, pero que en realidad te apasionan y estabas deseando hacer, como puede ser leer ese libro que lleva esperándote tiempo en la estantería, pasar más tiempo con tu familia, o incluso para probar nuevos deportes a modo de recuperación de tu deporte principal, eso no solamente le va a ir bien a tu cuerpo mientras regenera todo el tejido dañado, sino que además a nivel mental te va a ayudar muchísimo y quién sabe a lo mejor descubres una nueva pasión en otro deporte que hasta ahora desconocías. También, si aprovechas bien el tiempo y trabajas en tu lesión, saldrás más reforzado, transformando tus carencias o debilidades en fortalezas.
Las lesiones, así como todo en esta vida, requiere su tiempo, aceptarlas y trabajarlas con foco y calma siempre es la mejor opción porque aunque todos estemos expuestos a ellas no todos las afrontaremos igual.